agosto 2016 - Paranoias Yos

11/8/16

10 cosas sobre 'Éramos mentirosos' de E. Lockhart

11.8.16 6
10 cosas sobre 'Éramos mentirosos' de E. Lockhart
Librazo en su tramo final. Lo tenía que decir ya o me salía un algo en el cuerpo.

Comencemos.

Éramos mentiroSOS

Dejadme unos instantes para que asuma la portada porque hace nada terminé de leer Éramos mentirosos de E. Lockhart y ahora empiezo a entender muchas cosas.

Ya.

Hace un tiempo me encontré con opiniones muy positivas sobre este libro y supe que lo tenía que leer en algún momento. Era más fácil encontrar reseñas a favor que elRubius un Pikachu. Aprovechando un parón mental que tuve en el que ninguna lectura me convencía del todo, decidí cambiar de temática y hacerme con libros más cortos y que no tuvieran que ver con ciencia ficción o fantasía. Así fue como me aventuré con Éramos mentirosos y en tres días me lo ventilé.

Había leído la sinopsis por encima y sabía que trataba de una disputa familiar con un abuelo forrado. En realidad no iba muy desencaminado porque trata de eso y, a la vez, de mucho más. En resumen, muy resumen, y sin entrar en spoilers trataría sobre los líos de la familia Sinclair donde el patriarca tiene una gran fortuna. Y tres hijas. Y una isla. Una isla donde verano tras verano Cadence Sinclair, la protagonista, se vuelve a encontrar con sus primos Jhonny y Mirren y su amigo Gat. En el verano número quince sucede algo que ella no recuerda. De descubrir qué sucedió trata el libro y, a la vez, de mucho más.

Posiblemente hayas sentido sobre tu pecho un amago de hype. Tranquilidad, aquí puedes leer los primeros cuatro capítulos, ver el árbol genealógico de los Sinclair y el mapa de la isla. El tito Yos siempre tan atento, ains...

9/8/16

Por qué odio que no me gustara 'Jonathan Strange y el señor Norrell'

9.8.16 10
Por qué odio que no me gustara 'Jonathan Strange y el señor Norrell'
Porque sí, porque se puede odiar el que no te haya gustado un libro y no pasa nada. Porque el odio da visitas en YouTube. Porque el oído es muy de disléxicos.

De mayor quiero ser el señor Norrell
Ahí, sentado en una butaca. Con peluca.

Uno de mis acontecimientos lectores más tristes de 2016 seguramente haya sido la decepción de que Jonathan Strange y el señor Norrell no me haya convencido. De ahí que ahora luzca una bandera a media asta en el balcón, vaya vestido de negro en pleno agosto murcianil y no paren de llegar coronas de flores a casa como si viviera en Illéa.

La obra de Susanna Clarke me dejó con cara de haber recibido un palé entero del Funko de Dory. Creo que este detalle ha ayudado bastante a que os imaginéis mi rostro con mayor facilidad -aplicadle un filtro para suavizar mi tez, por favor-.