Nunca digas no a un libro donde salga un cocodrilo
ni hormigas
Instinto primario de Gregg Hurwitz es otro de esos libros donde te pasas toda la lectura tapando la última frase del final de cada capítulo para no leerlo antes de tiempo. Ya me dijisteis que muchos lo hacíais y os tenía que avisar. La protagonista es Eve que, por cosas de la vida, decide irse de vacaciones a México. Se refleja muy bien esa situación de estar con gente desconocida en el mismo lugar de veraneo donde, al principio, hay algo de distancia entre todos y, al final, se termina compartiendo palo selfie y buscándose en Facebook para seguir en contacto. Ya si hay mucha confianza le llegas incluso a sujetar la frente en el caso de que en una noche de mucho desfase termine alguien vomitando. Aquí es algo parecido. Bueno, y que también hay una persona que va tras ellos y no precisamente para venderles gafas con lucecitas a dos eulos.
Ediciones B me mandó un ejemplar y mientras esperaba su llegada me creé el suficiente hype como para saberme la sinopsis de memoria e incluso la portada. Meeeeh, error. En los primeros capítulos toda esa información te vale porque sí, efectivamente, va sobre eso pero luego, en el capítulo 26... ay. AY. Sorpresón ídolo, magno y todo un take me to your leader de manual. Qué grata sorpresa. Solo por eso ya merece la pena la lectura.