El book tag de 'Toy Story' - Paranoias Yos

10/7/15

El book tag de 'Toy Story'

¡¡¡¡¡PUUUMMMN!!!!!

Eso que habéis escuchado es mi caída al mundo de los book tag (no sé ponerlo en plural, perdón por ser español). Los que me seguís desde hace tiempo, además de ídolos, sabéis que nunca he hecho ninguno anteriormente (creo). Y también sabéis que si lo hago ahora es porque trata sobre Toy Story. Qué soy yo sino un ultra de la película de Pixar. El tag lo descubrí casualmente aquí entre vídeos de gente abriendo cajas y enseñando estanterías sin usar la palabra leja. No se me pegó ni el moreno ni el acento del que lo hizo pero sí que me entraron ganas de llevarlo a cabo en el blog. Párrafo introductorio demasiado largo, quizás.

Bo Peep, no te olvidamos

1.- Woody: Libro que podría ser tu amigo fiel.
Se trata de uno de los libros que más tiempo lleva conmigo y que de vez en cuando le sigo echando una ojeada: Guía para la vida de Bart Simpson. Recuerdo el momento y la tienda donde me lo compró mi madre en 1999/2000 (mi joven cuerpo del siglo pasado con 10/11 años, ains...). Lo leo cuando estoy un poco de bajón y creo que nos iría mucho mejor como sociedad si siguiéramos sus directrices en muchas ocasiones, e incluso nos hubiéramos ahorrado algún que otro disco de Adele o Álex Ubago.

2.- Buzz Light Year: Libro que te hizo viajar hasta el infinito y más allá.
Espejismo de Hugh Howey me sirvió para valorar a los autores que se autopublican y también para imaginarme una sociedad recluida en un silo. Es triste que uno de mis viajes lectores favoritos sea ir a un silo subterráneo pero soy un nasido así.

3.- Rex: Libro con el que reiste sin parar.
He leído muy pocos libros de humor porque no me terminan de convencer (Un trabajo muy sucio de Christopher Moore, Maldito Karma y Yo, mi, me contigo de David Safier). Algunos de los últimos libros con los que he reído, sin ser de humor, son El marciano y la genial personalidad de su protagonista, El mal camino de Mikel Santiago y El rithmatista de Brandon Sanderson. Me quedo con El marciano.


4.- Sr Patata: Libro que te haya salvado y que le estés agradecido.
La cúpula de Stephen King para mí supuso conocer otro tipo de literatura al que no estaba acostumbrado y desde ahí estuve enganchado para siempre a las obras del escritor. Cae un libro suyo en mis manos al menos una vez al año y considero que me salvó en el sentido de que me abrió la mente a nuevas temáticas. Cuanta razón tenía la canción de Merche.

5.- Jessie: Libro con una historia triste.
Un monstruo viene a verme es quizás uno de los libros que peor cuerpo me ha dejado y eso no es nada fácil de conseguir como machote ibérico que soy. Siempre me arrepentiré de no haber hecho la reseña en su día pero estoy seguro de que lo releeré antes de que estrenen la película y podré poner fin a eso. Necesito hacerme con la edición ilustrada en papel (acepto regalos con la forma del libro).

6.- Perdigón: Libro que se pasó tan rápido como el viento.
Con El corredor del laberinto lo viví tanto que buscaba cualquier momento para leerlo y saber por qué razón estaban todos encerrados allí. Lo disfruté muchísimo y guardo un recuerdo muy grato. Lástima que la trilogía fuera de más a menos y que la película no estuviera a la altura. Más recientemente terminé de forma muy rápida París 2041, pero el libro que más asocio con tirarme todo un día leyéndolo es la 6ª parte de Harry Potter

7.- Oloroso Pete: Libro malo, que apesta.
Lo peor que he leído tanto por la trama, los personajes y la enseñanza que desprende es After. Ya he dicho en varias ocasiones lo que me produce y prefiero masticar piedras mientras me clavo alfileres en las retinas.


8.- Ken: Libro de buen ver/ Con mucha ropa (Portadas).
El hogar de miss Peregrine para niños peculiares es sin duda una de las mejores portadas que conservo. Os invito a leer la reseña que hice porque es la vergüenza ajena hecha post y así valoráis mejor cómo lo hago ahora. Su cubierta es de esas que no me importaría tener a tamaño póster junto con la de El marciano. En lo relativo a la edición, está a años luz la trilogía de La puerta oscura de David Lozano.

9.- Lotso: Libro que pensaste que era bueno y te diste cuenta que era malo.
Lo compré después del boom de El código da Vinci porque lo vendían como algo similar que lo había petado en Estados Unidos y uno, que es muy inocente, decidió adquirirlo. Pues no. La cena secreta de Javier Sierra no solo es la mayor decepción literaria que me he llevado en la vida, es que además la considero una tomadura de pelo y un engaño hacia el lector. Tanto es así que me niego a leer nada más de ese escritor y ha conseguido que me caiga mal. Nunca llegué a terminarlo pese a que es de mis temáticas predilectas, y lo he empezado al menos en 3 ocasiones sin conseguir pasar de la mitad. Si venís a mi casa y lo queréis os lo regalo. Lo tengo colocado justo al lado del de Dan Brown a modo de "el bien y el mal".

10.- Andy: Un libro con el que hayas crecido.
Como el protagonista de Boyhood la saga de Harry Potter me acompañó desde la publicación del primer libro, el cual leí antes de que se hiciera tan popular. Y el último de todos, como aquí los publicaban tiempo después, lo fui leyendo en un blog que iba traduciéndolo capítulo a capítulo. Luego me lo compré en papel y me lo volví a leer porque uno es una persona muy legal.

5 comentarios:

  1. No sabía que existía esto del book tag. Por cierto, a mí "Maldito karma (Chacón)" me pareció una castaña, y encima se lo había regalado a una persona mayor muy culta y amante de la literatura y cuando después lo leí me dio vergüenza y quise una máquina del tiempo para estrellarme con ella.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El mundo booktube depara cosas como estas y muchas más, piensa que gracias a que no sea vlogger te estás librando de una gira por mis estanterías mostrando todo lo que tengo.

      Leí 'Maldito karma' en uno de mis ataques de locura por cambiar de estilo de literatura. Un horror y un error. En mi familia sí que gustó bastante y ha pasado ya por las manos de casi todos. No me preguntes por qué.

      Tiene que fastidiar bastante eso de regalar un libro con toda tu ilusión y luego ver que es un truñer histórico. No se lo deseo a nadie. Aunque, eso sí, prefiero ser el que lo regala que el que lo recibe.

      Eliminar
    2. Pues menos mal que no has leído Jesús me quiere, del mismo autor. Parece fruto de, digamos, ciertas sustancias, una
      enajenación mental rara o algo parecido. Es de lo más raro que he leído, pero no raro en un buen sentido, sino rara como la primera vez que estudias la teoría de Platón o la de Wittgenstein; te parece que esos tíos se metían cosas raras en el cuerpo. (Interprétese "meterse cosas raras en el cuerpo" de la manera que uno quiera). Por otra parte, he oído que hay un libro de este mismo autor, 28 días, que es totalmente distinto; según he leído por ahí, creo que va sobre la II Guerra Mundial o algo así.

      Me apunto al debate sobre qué es peor: regalar libros malos o que te los regalen diciendo que si te regalan un libro malo, lo bueno es que no te has dejado ni un céntimo en él, mientras que si eres tú el que lo regala, es peor porque además de que regalas algo que sabes que es malo, te has dejado los cuartos en ello.

      Carol

      Eliminar
    3. Lo triste es que he estado varias veces a punto de leer 'Jesús me quiere' hace tiempo. Es la sinopsis que más me llama la atención de todos sus libros.

      Sigo viendo peor que te regalen un libro malo, porque yo soy incapaz de deshacerme de él y me quemaría por dentro verlo en la estantería. Eso me ocurre con 'La cena secreta'.

      Eliminar
    4. No, si ya te digo yo que por no leer Jesún me quiere no te pierdes nada.

      Creo que con decirte que cuando tenía 15 años y leí A tres metros sobre el cielo, estuvo a punto de ser pasto de las llamas de una falla cualquiera de Valencia digo mucho, no?? No me habría hecho falta una falla grande tipo la de la Plaza del Ayuntamiento, Na Jordana, Convento Jerusalén o alguna de esas, con que me hubiera pillado cerca de mi casa hubiera tenido de sobra. Sin embargo, no lo hice porque recapacité y pensé que podría deshacerme de ese bodrio de alguna manera. Hoy en día, 5 años después, sigue guardado y cogiendo polvo junto con su aún peor secuela y con otros muchos libros que leí casi desde que tengo uso de razón.

      La verdad es que si un libro me ha gustado mucho o me recuerda a cuando era pequeña, por ejemplo, no me apetece deshacerme de él por eso, porque me trae recuerdos o por lo mucho que me gustó (de ahí se entienden los problemas de espacio con los libros que hemos tenido en mi familia durante años, y seguiremos teniendo). Sin embargo, si el libro es malo, no me da nada de pena librarme de él. En realidad, me pasa justo lo contrario; ardo en deseos de venderlo, intercambiarlo o de abandonarlo por ahí como hacen con la iniciativa Book Crossing. Es más, aquí en el pueblo, si tengo espacio en mi nueva estantería es porque hay casi 20 libros (sin exagerar) que tengo en un rincón, apartados para deshacerme de ellos porque o bien no me interesa leerlos (El diablo viste de Prada, que no sé ni cómo ha llegado a mi casa y menos aún a estar entre mis libros) o no los considero dignos de estar en mi estantería (Perdona si te llamo amor, por ejemplo).

      Eliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.