Engancha más que el imán al frigo
Me siento afortunado porque llevo una racha de libros leídos que me han terminado gustando muchísimo, algo que solo ocurre cuando se alinean ciertos planetas. Venía de disfrutar con Espejismo, que ya os dije que me encantó, y no pensaba que con El brillo de las luciérnagas me fuera a pasar lo mismo. Mi idea era leer algo ligero para compensar la época de exámenes y que me acompañara durante las tres semanas de sufrimiento estudiantil, lo que ocurrió es que me lo ventilé en tres días. Lo siento, es que quería saber lo que pasaba y no podía esperar más. Siempre he sido muy impaciente, a la par que atractivo.
Y es que si empieza un libro poniendo "Hola, me llamo Yos y tengo un blog", raramente te darán ganas de leerlo, aunque en realidad estás leyendo esto de forma voluntaria, ¿no? Pero si comienza con "Tengo 10 años y llevo toda mi vida dentro de un sótano", enseguida se activa la zona marujona de nuestro cerebro y nos obliga a indagar en la historia del joven/zagal/muchacho. La raza humana es taaaaannnn débil...
